Esta casa se encuentra en Los Andes, en el límite urbano de la ciudad de Cuenca y la entrada al Parque Nacional de El Cajas. El emplazamiento escogido, en medio de una empinada montaña, quería buscar que la casa sea fiel a la topografía existente y abra todas sus vistas a la cordillera, pero que a su vez, la vegetación y el paisaje siempre ganen en presencia a la edificación, al estar rodeada completamente con un bosque de enorme importancia ambiental.
En esencia, la casa es un muro elongado de 40m. que resuelve el corte topográfico, y es simultáneamente contención, drenaje, estructura y lenguaje arquitectónico. El muro es la casa, y sobre el mismo se levanta una cubierta plana, que nunca la contacta. La nueva materialidad evoca la cromática de construcciones tradicionales aledañas de adobe y le permite a la casa, surgir casi de forma natural de su lugar de implantación.